3 Hábitos infantiles que pueden incentivar el uso de ortodoncia

Antes de nada saber que hablamos de hábitos cuando una práctica se repite de manera frecuente. En un primer momento, se hace de forma voluntaria, pero poco a poco esa acción se asume como algo normal y se hace de forma inconsciente.

El equilibrio existente entre el complejo maxilofacial, formado por el sistema esquelético, dental y muscular, es lo que se puede romper si se tienen malos hábitos infantiles como los que te vamos a contar.

A partir de los primeros dientes se deben hacer revisiones periódicas al dentista, ya que si se diagnostican estos hábitos de forma temprana y se corrigen lo antes posible, hay más posibilidades de evitar problemas de maloclusiones en los dientes definitivos y otro tipo de inconvenientes de mal posición de dientes

Hábitos infantiles incorrectos para la salud dental

Hábitos infantiles incorrectos para la salud dental

1. Uso del chupete, biberón prolongado y/o dedo

Se recomienda el uso del chupete hasta aproximadamente los 8 meses para ir poco a poco disminuyendo, siendo los 2 años la edad máxima en la que debe de utilizar chupete.

Debe evitarse el uso del dedo en esta fase porque esto entorpece si cabe más el desarrollo dental. El quitar el chupete se debe hacer de forma progresiva sin que tu hijo note que es un castigo. Para ello se pueden ir enseñándole otras técnicas de relajación como cantarle canciones, leerle cuentos, hacerle cosquillas… Algo que haga olvidar a tu pequeño esa dependencia al chupete o al dedo.

2. Colocación inadecuada: lengua, labio y/o boca

Este “hábito” se le conoce como deglución atípica y consiste en colocar de forma inadecuada la lengua, los labios o la musculatura que rodea la boca en el momento de tragar.  Esto hace que los dientes se desplacen hacia delante provocando una mordida abierta. Se entiende que este hábito viene de la época de lactancia al succionar y que si se prolonga hasta los 4 años puede causar problemas.

Si tu hij@ tiene este hábito habría que hacer un tratamiento para reeducar esas partes del cuerpo y que se enseñe a deglutir de forma correcta o en casos más extremos acudir a la ortodoncia infantil para reeducar la posición que coge la lengua en el momento de tragar.

3. Respirar por la boca

Aunque parece algo de lo más normal, este hábito de forma continuada desde edades muy temprana puede acarrear varios problemas dentales en las encías, crear caries o que el niño tenga mal aliento.

Además, al no respirar de forma nasal, dificulta la estimulación para que los huesos se desarrollen y hacen que la barbilla quede más pequeña, dando lugar a problemas dentales, como el apiñamiento dental o en la mandíbula como el retrognatismo.

Evitar que la costumbre se convierta en un hábito

Evitar que la costumbre se convierta en un hábito

Claro queda que los hábitos infantiles comentados anteriormente y otras costumbres como dar bebidas azucaradas o dulces en exceso, no lavarse los dientes, incluso triturar la comida más allá de los dos años, pueden hacer que nuestro hij@ tenga que acudir a la ortodoncia para recolocar sus piezas dentales.

Aunque existen problemas bucodentales de origen genético, en la ortodoncia como en muchas otras cosas “prevenir es curar”. Si llevamos cuidado de esos hábitos que pueden alterar el desarrollo oro facial de los niños y llevamos un seguimiento de sus dientes, es muy fácil que se pueda detectar el inconveniente antes de que sea un problema más grave.

Es el Odontopediatra el que mejor puede asesorarte sobre la salud dental de tu hij@ y cómo corregir esos hábitos infantiles que pueden incentivar el uso de ortodoncia.

¡PIDE CITA Y TE DIREMOS CÓMO COMENZAR A CUIDAR LA SALUD BUCODENTAL DE TU HIJ@!

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